domingo, 30 de enero de 2011

Aquel que quiera Esperanza que busque a Mi Macarena

Aquel que quiera Esperanza que busque a la Macarena…
Que la busque junto al Arco donde la gloria se asienta. 
Que la busque, suspirando, mientras el alma le reza. 
Que la busque, pues no importa el momento ni la fecha que para aquel que la busque, La Esperanza siempre espera. 
Que la busque de mañana o en la tarde veraniega; en otoño anhelando que al invierno abra las puertas y bajar desde los cielos para hacerse más terrena. 
Que allí busque pues tendrá sus mejores galas puestas mientras recibe los besos y todas las reverencias del pueblo que solo tiene ojos para su belleza. 
Que la busque en ese día cenit de la primavera donde presida y mande desde su santa patena cuando esté cruzando el Arco o surcando la Alameda, entrando por La Campana o en una esquina cualquiera. 
Vaya en busca de su encuentro por una calle estrecha o entre clamor y revuelo, entre suspiros y penas al delirio de su barrio cuando la traen de vuelta. 
Que yo La encuentro al buscarla y aun sin buscarla, se encuentra… 
Pues se que está esperando para apaciguar mi espera. 
Y si es por esperarla esperar vale la pena… 
Vale la pena, la alegría, la distancia y la paciencia, valen los llantos serenos si al final me recompensa con mirar su cara hermosa y llenarme de su esencia y suplicar con los ojos y decir a boca llena que donde quiera que busque siempre la encuentro a mi vera. 
Y sin buscarla la encuentro… Por eso no puedo perderla. 
Y aunque pierda la Esperanza la encuentro en la Macarena.


 Rocio Fernández Rodriguez

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