sábado, 29 de enero de 2011

Porque cada día te quiero más

El poder de Nuestra Madre, Señora de la Esperanza;
que va conquistando almas por donde quiera que pasa;
con el aura de su palio, atracción a su belleza;
nadie, nadie se explica la causa de que tan sólo con verla hasta el aire se enmudece;
sin corazones nos deja;
se nos lleva paseando sin darnos cuenta siquiera a su Reino de Murallas con sus legendarias Puertas, una convertida en Arco de cal blanca de Pureza, y de albero maestrante;
fraguada con devociones, con martillos de promesas en un yunque de oraciones con martinetes de ofrendas;
y yo la tuve en mis brazos;
fué por pura coincidencia;
yo no sabía del Rosario que sus hermanos le rezan cuando la bajan de los cielos sin corona en su cabeza;
impresionada por verla bajarla desde los cielos sin corona en su cabeza;
y como si fuera un sueño me guiaron junto a Ella;
"cogedla que es vuestra", y que momento inexplicable;
y son tan sólo segundos toda una vida con Ella;
cuando la ví tan de cerca, se me empañaron los ojos, se me aflojaron las piernas;
y no es para menos, no era un sueño;
era la Esperanza Bella que había bajado desde el cielo sin corona en su cabeza;
y tan mujer, tan bonita, tan morena...
Que más Corona Señora que la que te dá tu Tierra, flores de fieles devotos a tu Esperanza Serena;
que más corona Señora que esa Melena Morena que tus monjas sevillanas con Sor Ángela te peinan.
Que poder transmites, Esperanza, con tu mirada;
la que llorando sonríe con sus labios de canela, lágrimas de caramelo sobre su cara morena;
no hay palabras que describan los ojos de su belleza.

ESPERANZA Y MACARENA.





Escrito de Rocio Fernández Rodríguez el 20 de Oct. de 2009 a su Madre de la Esperanza.

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